Los vídeo wall LCD están diseñados para un uso duradero. Se emplean técnicas específicas para evitar efectos de quemado, con el fin de que funcionen a la perfección durante muchos años. En muchas ocasiones se utilizan en instalaciones de reproducción ininterrumpida (24/7), de modo que permanecen encendidas prácticamente todo el tiempo.
Entre las ventajas tradicionales de las soluciones de vídeo wall LCD se encuentran el alto brillo, una buena calidad de imagen y un coste relativamente bajo. También es un aspecto positivo el poco espacio que ocupan. Entre sus desventajas se encuentra el riesgo de quemado y una menor vida útil. Sin embargo, en los modelos más recientes se han logrado reducir estas limitaciones.
Los mercados típicos de estos vídeos wall LCD son los de salas de reuniones y de crisis, vestíbulos y centros de experiencias. También se encuentran en salas de control de tráfico y centros de seguridad.